Miles de personas elogiaron hasta el cansancio la actitud en el campo de juego del equipo que acaparó los galardones del fútbol internacional en el 2009. El espíritu de este grupo de jugadores, enfundados en la casaca azulgrana, y su joven técnico no es más que la consecuencia de una filosofía emprendedora que convirtió al FC Barcelona en “Más que un club”.
Por: Andrés Achury Gutiérrez
Para 2003, Barcelona vivía sumergido en una crisis institucional. El club había dejado de ganar títulos, y necesitaba de una reestructuración para volver a ser el contendiente natural del Real Madrid, que seguía cosechando estrellas del fútbol mundial y títulos de Liga.
Fue Joan Laporta quien propuso un cambio de 360 grados en la filosofía del equipo culé: una nueva forma de administración que no sólo buscara una evolución en materia futbolística, sino la creación de un proyecto que involucrara a todas las facciones de la sociedad catalana para el desarrollo de sus jóvenes alrededor del deporte. Laporta ganó las elecciones, y rodeado de su equipo de jóvenes colaboradores comenzó a elaborar la fisonomía del campeón.
La revitalización del proyecto “Més que un club” (Más que un club) llevó de nuevo al conjunto catalán a la vanguardia en el fútbol de España. La nueva directiva no sólo se preocupó por la generación de un fútbol vistoso y ganador, a través de la contratación de figuras como Ronaldinho; sino que se involucró de lleno con la creación de una imagen ejemplar, reconocida a nivel internacional como la ejemplificación de una institución comprometida con el desarrollo social, defensora de los derechos y las libertades democráticas.
Laporta y compañía lo tenían bien pensado, queriendo proyectar una idea a futuro: el fútbol, espectáculo de masas, adquirió durante la última década una naturaleza cada vez más global que involucra los esfuerzos de gran parte de los sectores de la sociedad, a través de los cuales una organización puede lograr un nivel de reconocimiento superior. La directiva reorientó la acción de la Fundación Barcelona, y gracias a su alianza con Unicef-Comité de Catalunya en 2004, el club catalán se puso en boca de todos: era la primera vez que Unicef realizaba una alianza de gran magnitud con una entidad deportiva, y la primera en la que un club de fútbol se envolvía directamente en la financiación de un proyecto de cooperación.
De la mano de la iniciativa social y la imagen consolidada de un club construido por su gente, llegó el éxito deportivo del equipo profesional, que conquistó dos títulos de Liga española consecutivos (2004-2005/2005-2006) y levantó la segunda Copa de Europa en la historia culé en la dramática final de París que se selló con un gol de Belleti en la agonía del juego definitivo frente al Arsenal en la temporada 2005-2006. Los aficionados volvieron a colmar el Camp Nou partido tras partido y la comunidad azulgrana se extendió a lo largo del planeta gracias al compromiso de un club ganador con la sociedad. El Barça era grande tanto dentro del campo, como fuera de él.
El impacto social del club catalán consolidó la alianza con Unicef en noviembre de 2006. El acuerdo inicial de 2004 se convirtió en una iniciativa de carácter global con validez de cinco años que exhortaba al Barcelona a entregar a Unicef la cantidad de 1,5 millones de euros al año, o el equivalente al 0.7% de su presupuesto, para la financiación de proyectos de lucha contra el VIH-SIDA.
Desde 2006, el logo de Unicef aparece en la camiseta del equipo profesional de fútbol del FC Barcelona, un espacio que se calcula tiene un valor de 20 millones de euros para cualquier auspiciante. La iniciativa, que hace parte de la campaña global “Unidos por la infancia, unidos contra el sida”; fue el hecho más significativo de una serie de acciones filantrópicas que adoptó el club español para luchar contra la pobreza y comprometerse en la tarea de proteger a cientos de niños y jóvenes alrededor del planeta.
LA ACTUALIDAD CULÉ
Poco más de seis años han bastado para que el objetivo de la directiva de Laporta se cumpla a cabalidad, deportiva y socialmente. El equipo azulgrana ha doblado su vitrina de trofeos internacionales en Europa con la obtención de la Champions 2009, volvió a acariciar la Liga después de más de un lustro de sequía y se ha posicionado como uno de los equipos más importantes de España al ser el único en la historia que ha logrado la triple corona (Champions League, Liga y Copa del Rey) en el 2009. El Barcelona ha consolidado su proyecto Más que un club, concentrando su participación directa deasistencia social en tres flancos coordinados por su Fundación. El primero de ellos, con Unicef, se encamina a la prevención del contagio del VIH-SIDA en África subsahariana: de madre a hijo, en niños a tráves de tratamientos pediátricos y en jóvenes por medio de la asistencia informativa sobre enfermedades de transmisión sexual.
El segundo flanco de acción proviene de la alianza entre el FC Barcelona y la UNESCO en la lucha contra el racismo y la sensibilización contra el dopaje en las actividades deportivas. En este mismo sentido, el esfuerzo mancomunado se canaliza hacia la promoción de la educación y la alfabetización de los jóvenes. A través del programa de debate La voz de los jóvenes contra el racismo, adolescentes europeos han presentado ante el Parlamento una iniciativa de diez medidas para luchar contra la violencia y la discriminación.
El tercer y último eje de acción nace de la unión de esfuerzos del club con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR-ACNUR) en la implementación y desarrollo de programas educativos y deportivos para los refugiados y desplazados. Estos programas de ayuda se han implementado en tres países: Ecuador, Nepal y Ruanda.
De igual forma. como parte de esta alianza, la Fundación Barcelona ha desarrollado desde enero de 2008 la campaña MÉS, en la cual ha trabajado junto con la compañía Nike. Este nuevo “proyecto solidario”, denominación con la que le ha bautizado el club, centra sus esfuerzos en el financiamiento de la educación por medio de la comercialización de una colección exclusiva de ropa y productos de la marca MÉS, auspiciada por Nike. Los beneficios de la venta son destinados exclusivamente para financiar los proyectos de cooperación destinados a niños que viven en extrema pobreza.
INICIATIVA INTERNACIONAL
Pero el trabajo responsable del Fútbol Club Barcelona no se detiene. Cada uno de los ejes de acción citados anteriormente se coordinan en la Red de Centros Solidarios (XICS) que la Fundación ha creado a lo largo del planeta, con un total de 10,000 beneficiarios en proyectos de valores, acceso a los derechos fundamentales y asistencia psicosocial.
Como parte de esta iniciativa de solidaridad y cooperación, que incluye asistencia sanitaria; 12 países han acogido la implementación de estos lugares de ayuda directa. Así mismo, han sido testigos de varias Jornadas de Deporte Solidario (JES) para la capacitación de formadores que utilicen al deporte como una herramienta educativa. Los programas de asistencia y cooperación de la Fundación Barcelona se ubican en localidades estratégicas de Catalunya, Senegal, Mali, Burkina Faso, Marruecos, Ecuador, Brasil, India, México, Malawi y Honduras.
Mientras el fútbol desarrolla una naturaleza cada vez más global y el Barcelona se prepara para revalidar su condición como el mejor equipo del mundo en la Copa Mundial de Clubes de Abu Dhabi, el gran proyecto de asistencia social inagurado por el equipo Laporta seguirá en pie. Mientras los clubes del fútbol mundial gastan cantidades exorbitantes en prestigiosos jugadores, la organización catalana seguirá en pie de lucha contra la pobreza en África y por la educación en el mundo entero. Esta es la dinámica de nuestros tiempos: esta es la dinámica de un campéon.