Briatore pagó el precio de su malicia en el accidente de Nelsinho Piquet y ahora está fuera de la Fórmula Uno de por vida. El "indulto" a los constructores vuelve a figurar en la gran carpa y la escudería francesa Renault sólo fue advertida. Análisis DeCamerino.
Una temporada de Fórmula Uno resulta por demás costosa para aquellos fuera de serie que deciden invertir en el desarrollo de monoplazas y juegan su nombre y prestigio en el rodar de estas máquinas. Es por ello que la victoria en una carrera, involucrando los medios que sean necesarios, se convierte en el salvavidas perfecto para rendir dividendos en una temporada para el olvido, como la del gran constructor Renault en el 2008. Jugando al todo o nada en Singapur, Briatore y Symonds salvaron su año con la única victoria de Alonso para el equipo en la temporada, pero pusieron su nombre en la larga lista de engaños que han llevado a la devaluación de la máxima categoría del automovilismo en los últimos años.
La verdad del accidente de Piquet Jr., revelada a finales de julio por el piloto brasilero, no sólo testifica la astuta forma de asegurar victorias de parte de Briatore, sino que es una más de las pruebas fehacientes para pensar en la invalidez de la máxima categoría del automovilismo mundial, sumida en una severa crisis reglamentaria desde que el piloto se redujo a un mero accesorio de la máquina.
Pasado el escándalo que involucró a McLaren y Ferrari por espionaje, el panorama de la Fórmula Uno no podía tornarse peor: llegó la huelga de pilotos y escuderias ante la FIA, la eventual disociación de la gran carpa y para entonces, la poca reputación que quedaba se perdió. Ahora, el escándalo de órdenes de equipo, un secreto a grandes voces dentro de la competición durante toda la historia; toca la herida mortal que poco a poco va mermando la resistencia de la que alguna vez fue una categoría respetada, fuerte e indisociable.
Con la separación de Briatore de la gran carpa, y apenas un llamado a la cordura para Renault dentro de los próximos dos años, la Fórmula Uno sigue valiéndose de sus errores reglamentarios para prolongar la vida de su agonizante sistema. Mientras no se sancione ejemplarmente, sin ensañarse en la figura de uno de los tramposos ni eximir por completo de culpas a los constructores; seguiremos presenciando uno y otro escándalo de órdenes, como las de antaño de Barrichello y Schumacher, o la más reciente de Piquet Jr. orquestada por dos genios maquiavélicos como Briatore y Pat Symonds para asegurar una victoria.
Hoy los dirigentes deportivos de Renault están fuera, pero el núcleo de la trampa y la irregularidad jamás se han alejado de la máxima categoría y parece que perdurarán inmersos en ella: la Fórmula Uno agoniza en manos de aquellos que tratan de reglamentarla en función de su negocio, apenas lógico...
lunes, 21 de septiembre de 2009
domingo, 6 de septiembre de 2009
Sombras nada más
Cinco equipos llamados a luchar por un cupo directo a Sudáfrica y un repechaje en la zona de Conmebol. Cinco selecciones inconsistentes en un juego de sombras rumbo al mundial 2010.
Por: Andrés Achury Gutiérrez
La fecha quince de las eliminatorias sudamericanas ratificó que los dos cupos restantes para Sudáfrica 2010 serán propiedad de aquellos equipos que sean menos mediocres que sus rivales en cuanto a desempeño futbolístico se refiere.
En consideración de la clasificación del mejor equipo de la zona, Brasil, y el buen margen de puntos de Chile y Paraguay (27); cinco equipos lucharán por conseguir el cuarto lugar y la zona de repechaje frente a un equipo de Concacaf: Argentina, Colombia, Ecuador, Uruguay y Venezuela.
Íncreiblemente, el nivel de las cinco selecciones ha sido tan irregular en la eliminatoria que la lucha por estos lugares va a ser cuestión de cuál de ellas pueda perder la menor cantidad de puntos con sus rivales directos y logre llegar viva a la última fecha del certamen.
En realidad, hoy somos incapaces de predecir la posición de estos seleccionados de cara a la última parte de la eliminatoria porque ninguno de ellos muestra un diferencial que nos permita dilucidar una superioridad sobre sus oponentes.
Argentina, sumida en un mar de dudas, cae en una práctica poco recomendable en una etapa crucial como esta: experimentar y probar jugadores. Maradona, despeinado como nunca en Rosario, sucumbió con su apuesta en la pareja de centrales de los campeones de Liniers. Domínguez y Otamendi, que jamás encontraron su lugar, y los Verón y Messi desaparecidos, pusieron a cada argentino con una calculadora en mano y la oración en la boca. Ahora tienen 22 puntos, con la cola en el fuego del repechaje y viajando a la casa de uno de los líderes, Paraguay.
Colombia tuvo que esperar 81 minutos para encontrar el arco contrario. Derrotó a Ecuador en Medellín y dio cacería al rival directo en el quinto puesto de la clasificación. Colombia sigue respirando, y a pesar de su falta de efectividad en la ofensiva es, en este momento, el dueño de la zona de repechaje.
Los hombres de Vizuete resistieron la ofensiva local con un férreo posicionamiento táctico pero perecieron por la lentitud de su línea defensiva. Ambas selecciones tienen 20 puntos y jugarán por fuera de casa el próximo miércoles: Colombia en Montevideo y Ecuador en La Paz...durísimas aduanas.
Uruguay, quizá el de peor momento de los llamados a luchar, perdió en Lima frente al último lugar de la eliminatoria y pagó con el costo de una expulsión (Diego Godín) y una sanción (Diego Lugano por acumulación de amarillas) esa bendita costumbre charrúa de pelear y agredir en vez de jugar al fútbol. Desfigurado y con sólo 18 puntos, el equipo de Tabarez llega herido a un juego vital frente a Colombia el próximo miércoles.
Venezuela, la grata sorpresa del último lustro en Conmebol, salió viva de Santiago y ahora marcha con 18 puntos gracias a ese empate con sabor a gloria que sacó de la capital chilena. Será el único local que no enfrente a un rival directo en la próxima fecha, pero tiene la pesada loza de tener que cerrar la eliminatoria ante Paraguay y Brasil, el calendario más complejo de entre los equipos llamados a pelear por los dos boletos.
Sombras nada más, de cinco equipos que lucharán contra sus propias limitaciones para poder perder lo menos posible. Restan tres jornadas, todo o nada para los relegados, Uruguay y Venezuela, y un margen de error mínimo para los más favorecidos en la clasificación: Argentina, Colombia y Ecuador. Rodará el balón: aquel que logre remediar su sombrío presente y equivocarse lo menos posible obtendrá un asiento a Sudáfrica o un boleto de ida y vuelta a Centroamérica.
Uno y dos, Colombia está viva
Colombia derrotó 2 a 0 a Ecuador e hizo la tarea completa: se puso en zona de repechaje y mandó a casa con las manos vacías a un rival directo. El miércoles jugará otro partido definitivo en Montevideo frente a la selección charrúa.
Por: Andrés Achury G.
Un juego trabado y muy disputado, por momentos desagradable a la mirada del aficionado. La cara de Vargas, el dolor del mediocampista nacional, evidenció la rigidez e intensidad futbolística que los ecuatorianos querían imponer en el Atanasio Girardot. La lesión de Fabian llegó a demostrar la intención de los vecinos del sur, que aún confiados en su ventaja física, se fueron de Medellín con las manos vacías.
A Colombia le cuesta jugar, porque es un equipo que aún no acopla bien sus líneas ofensivas. Ayer le costó mucho más hacerlo frente a un equipo que llegó al Atanasio a no dejar jugar al rival en virtud de su "fortaleza", y hasta "brutalidad" física. Colombia supo manejar los tiempos del partido y reducir poco a poco los intentos de doble y triple marca, las recias entradas y ese jueguito peculiar en Cevallos de quemar tiempo.
La selección colombiana no se desesperó porque sabía que después de un primer tiempo para el olvido, muy asfixiante en medio campo, debía ser capaz de superar la lentitud del fondo ecuatoriano y sus pocas ganas de jugar un partido abierto.
Sobresaliente lo de Giovanni Moreno, gestor de la superioridad del equipo en la media cancha durante el segundo tiempo. Destacable lo de Jackson Martínez que entró con la camiseta amarilla muy ceñida al corazón. Colombia sigue sufriendo de más para encontrar el arco rival, pero es plausible su manejo de los momentos en el juego y esa habilidad, díficil de encontrar, del control de sus propias limitantes.
Los puntos negros de la victoria: la controvertida decisión de Lara en el cambio de Falcao. La crítica para el entrenador de no haber conseguido la victoria sería monumental: aunque se le da el beneficio de la duda por la consecución del triunfo, lo del "tigre" es un movimiento drástico en la intención de ataque. Así mismo, la lesión, gravísima, de Fabian Vargas, quien según el dictamen médico sufrió rotura de peroné y ligamentos...un buen tiempo fuera de las canchas.
La selección colombiana respira después del minuto 81 del juego en Medellín, toma por asalto el lugar de repechaje y envía a su casa al rival directo con la etiqueta de "Aquí estamos...". A pensar en Uruguay, un duro rival por su situación adversa de cara a la clasificación. Pegando menos y jugando más, hoy Colombia está en la conversación, y si es capaz de ganar en Montevideo, estará más cerca de Sudáfrica.
Por: Andrés Achury G.
Un juego trabado y muy disputado, por momentos desagradable a la mirada del aficionado. La cara de Vargas, el dolor del mediocampista nacional, evidenció la rigidez e intensidad futbolística que los ecuatorianos querían imponer en el Atanasio Girardot. La lesión de Fabian llegó a demostrar la intención de los vecinos del sur, que aún confiados en su ventaja física, se fueron de Medellín con las manos vacías.
A Colombia le cuesta jugar, porque es un equipo que aún no acopla bien sus líneas ofensivas. Ayer le costó mucho más hacerlo frente a un equipo que llegó al Atanasio a no dejar jugar al rival en virtud de su "fortaleza", y hasta "brutalidad" física. Colombia supo manejar los tiempos del partido y reducir poco a poco los intentos de doble y triple marca, las recias entradas y ese jueguito peculiar en Cevallos de quemar tiempo.
La selección colombiana no se desesperó porque sabía que después de un primer tiempo para el olvido, muy asfixiante en medio campo, debía ser capaz de superar la lentitud del fondo ecuatoriano y sus pocas ganas de jugar un partido abierto.
Sobresaliente lo de Giovanni Moreno, gestor de la superioridad del equipo en la media cancha durante el segundo tiempo. Destacable lo de Jackson Martínez que entró con la camiseta amarilla muy ceñida al corazón. Colombia sigue sufriendo de más para encontrar el arco rival, pero es plausible su manejo de los momentos en el juego y esa habilidad, díficil de encontrar, del control de sus propias limitantes.
Los puntos negros de la victoria: la controvertida decisión de Lara en el cambio de Falcao. La crítica para el entrenador de no haber conseguido la victoria sería monumental: aunque se le da el beneficio de la duda por la consecución del triunfo, lo del "tigre" es un movimiento drástico en la intención de ataque. Así mismo, la lesión, gravísima, de Fabian Vargas, quien según el dictamen médico sufrió rotura de peroné y ligamentos...un buen tiempo fuera de las canchas.
La selección colombiana respira después del minuto 81 del juego en Medellín, toma por asalto el lugar de repechaje y envía a su casa al rival directo con la etiqueta de "Aquí estamos...". A pensar en Uruguay, un duro rival por su situación adversa de cara a la clasificación. Pegando menos y jugando más, hoy Colombia está en la conversación, y si es capaz de ganar en Montevideo, estará más cerca de Sudáfrica.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)