miércoles, 2 de junio de 2010

La previa

Por: Andrés Achury Gutiérrez

No hablemos tanto de amistosos premundialistas. No politicemos ni enjuiciemos en el abismo más grande entre naciones y el rostro más distante de la forma ideal de un equipo de cara al torneo de selecciones más importante del mundo. La tarea de evaluar equipos, comparar táctica y clasificar estilos de juego no puede hacerse viendo el irregular fogueo de México, Inglaterra, Portugal y compañía, pues éste apenas está siendo formado y será presentado en su concreción hasta la cita en Sudáfrica. No adelantemos vísperas.

No por haber disputado muchos juegos amistosos durante la antesala de la Copa del Mundo puede asegurarse que un equipo ha encontrado su onceno básico ni una estrategia de juego óptima: se puede avanzar en ello, pero el rival de turno no necesariamente te exige de la misma forma que el rival en un Mundial. Un ejemplo lo podemos encontrar en la selección azteca: ninguna otra selección se ha fogueado como México, y Aguirre aún sigue evaluando posibilidades, con dudas en el cuadro defensivo y un drama en el vestidor. Se exige con potencias, pero se reconforta con los triunfos sobre equipos amateur.

Pero tampoco alguien puede asegurar que entre menos contacto se tenga con algún tipo de sparring antes del Mundial se pueda sacar el máximo provecho a la experiencia de tener concentrados a los jugadores disponibles para la Copa del Mundo por lo menos un mes antes del torneo. El ejemplo más evidente es la Argentina de Diego Maradona que sólo tuvo a la débil Canadá en el Monumental y se embarcó a Pretoria con un elenco estelar que solamente será probado con un grupo de jóvenes de divisiones menores que se pararán en cancha emulando los sistemas de juego de Nigeria, Corea del Sur y Grecia. Diego no necesitó amistosos y Argentina confiará en sus jóvenes sparrings para lo que todos piensan es una "necesaria" preparación.

Las especulaciones van y vienen, y es el síntoma más evidente de un Mundial a la vuelta de la esquina. Inglaterra gana con dos autogoles y el mundo se extraña porque Capello excluyó a Walcott de la selección de La Rosa. Francia se apura con Costa Rica y salva con lo justo el juego ante Túnez. España gana sobre la hora a Arabia, ¿es eso propio del gran favorito? Estas especulaciones están bien para ir creando un ambiente de competencia y el clima de Mundial, pero no para enjuiciar, calificar o condenar el desempeño de un equipo durante la Copa del Mundo. Sigo teniendo la idea de que entre más nos preocupemos por los resultados de una selección, éstos siguen siendo un espejismo y allí se van a quedar, en la previa al Mundial, no actúan como una premonición. Si así fuera, la Argentina de Diego estaría condenada, México a punto de caer en pena y Francia diría adiós a cualquier posibilidad. Contextualicemos los ambientes, los momentos de la preparación y esperemos por la gran cita.

Una última: así como en las grandes competencias existen los equipos coperos, que parecen tener una condición innata de ser exitosos en las justas continentales (Liverpool y Milán en Champions League, Sao Paulo, Santos y Boca en Libertadores); también existen selecciones hechas para competir en mundiales, aquellas con las que nadie quiere encontrarse porque traen un aura especial de competencia. Allí está la Italia del catenaccio, la Alemania de toda la vida o la Francia finalista en dos de las tres últimas citas mundialistas. Atención en ellos, atención y respeto siempre con los que han nacido para animar las Copas del Mundo. ¡Qué venga Sudáfrica, qué vuelva la emoción del Mundial!

sábado, 20 de marzo de 2010

Contrastes


Por: Andrés Achury Gutiérrez

Semana de contrastes. Semana de juegos de vanguardia contra vacías pretensiones de hegemonía futbolística. Por un lado, la gran demostración ofensiva del Barcelona y el momento de gloria de Lionel Messi en el triunfo sobre el Stuttgart, por otro, el sufrido triunfo de Pachuca sobre Comunicaciones y el “contundente” Cruz Azul frente al modesto Árabe Unido. Vivimos en un mundo de grandes contrastes, en el que a pesar de que las victorias señalan tres puntos o una clasificación en un torneo internacional, éstas separan de manera abrupta el presente de los involucrados en sus competencias.

México avizora un campeonato más en el área de Concacaf, con cuatro plazas en las semifinales de la Liga de Campeones de la zona, mientras que en Europa Arsenal y Bayern Munich, grandes equipos de futbol, tendrán que adaptar sus esquemas de juego para lograr un cupo en semifinales frente a otros más poderosos que ellos, Barcelona y Manchester United respectivamente. Para cada triunfo una proporción, y para cada torneo una muestra del nivel futbolístico que ha desarrollado su respectiva confederación.

Esta afirmación lleva a un grado de reflexión aún mayor cuando el mensaje de los federativos señala llevar a México a un desarrollo futbolístico sostenido, que lo ponga frente a frente con las potencias del balompié mundial, mientras sus clubes tienen que involucrarse en el bajísimo nivel de las competencias regionales e incluso encarar con desidia y falta de compromiso sus partidos.
En el mundo de contrastes, México espera por resultados sobresalientes a nivel orbital cuando en el presente remite su desarrollo en el deporte rey a la liga local y a las individualidades de sus jugadores en el exterior, nada más.

A pesar de vivir en una realidad donde existen grandes diferencias futbolísticas entre una y otra confederación, el país aún no hace los esfuerzos suficientes para llevar a su balompié a la vanguardia, involucrándose de lleno en torneos competitivos o para no irnos más lejos, impulsando la liga local a una dinámica más afín a la demanda del futbol profesional en nuestros días, con respeto a los procesos de formación y a la dirección técnica. Realidad: Vivimos en un mundo de contrastes, y es poca la iniciativa para salir de él y tomar al mundo por sorpresa.

sábado, 13 de marzo de 2010

La gran carpa 2010

Vettel ganó la pole en Bahrein

Por: Andrés Achury Gutiérrez

Despertar con la ilusión de volver a ver un bólido de la Fórmula 1 rompiendo ferozmente las barreras del tiempo es para muchos un sueño que se hace realidad después de algo más de 4 meses de irresistible espera. Una espera eterna, donde el aficionado sólo puede saciar el anhelo de velocidad que corre por sus venas con las especulaciones de los traspasos y, posteriormente, con las contemplativas declaraciones de los pilotos y sus primeros tiempos en Jerez.

Después de esto, la espera termina y somos invitados al espectáculo: el deporte motor nos conduce a través del suntuoso escenario del máximo circuito, donde se presentará una obra en 19 actos. Ese mismo escenario que recorrieron, de la embocadura al proscenio, los grandes actores de este circuito: Prost, Senna, el mismo Schumacher.

La edición número 61 de esta obra se ha vendido como la más atrayente de la historia por las grandes habilidades de sus participantes. La vuelta de Schumacher, el renacer de Alonso, la confirmación de Vettel…en la previa parece no tener nada que ver con la decepcionante edición 2009, donde el circuito sufrió una de sus peores temporadas con los escándalos de Renault y la increíble ventaja de Button, un piloto más, en su invencible Brawn.

Vuelve la Fórmula 1, como todos la queremos ver, con un nivel sobresaliente, tanto de pilotos como de escuderias; con los agarrones de antaño y las expectativas al máximo. El primer acto en Bahrein despejará los interrogantes iniciales: ¿corresponderá Alonso a la expectativa generalizada de los que quieren verlo coronarse en la máquina del cavallino rampante? ¿Volvió Schumacher, para algunos el mejor de la historia, en el momento indicado a una categoría que dominó durante los primeros años de esta década, pero que hoy luce diferente? ¿Reafirmará Button, con acciones y habilidad, sus declaraciones de ser tan grande como los anteriormente citados? ¿Será la hora de Vettel o la de Hamilton para pasar a la historia?

Todo esto, la maraña de expectativas, es lo que hace grande al deporte motor en su categoría más importante, y lo que nos hace, a los aficionados que queremos a la adrenalina en nuestras venas, volver a confiar en la puesta en escena del escenario principal. Enciendan motores, prendan las pasiones.

sábado, 6 de marzo de 2010

El trofeo más buscado

Foto: Mediotiempo

Por: Andrés Achury Gutiérrez

Codiciada, amada y respetada. La Copa del Mundo, que en México fue levantada por Diego Maradona en el Estadio Azteca, volvió a territorio nacional para devolver a los corazones mexicanos la ilusión que despierta el botín más codiciado del balompié mundial.

El trofeo de la Copa del Mundo, de 36,4 cm de altura y poco más de 5 kg de oro sólido, funde en sí mismo la historia de un deporte que ha evolucionado a través del tiempo para convertir a millones en torno al nuevo rito moderno: el juego de fútbol. El trofeo nació como el sucesor de la copa Jules Rimet, que siempre será recordada por una inherente naturaleza accidentada. La Jules Rimet, otorgada a los campeones mundiales hasta 1974, fue robada en dos ocasiones distintas, en Inglaterra y Brasil, y posiblemente extinta por sus raptores en la tierra de la zamba, la casa del natural acreedor del trofeo desde 1970.

La nueva Copa del Mundo, que en su base tiene inscritas las siglas del organismo rector del futbol mundial, se creó para dar inicio a una nueva época y casi que por destino ha acompañado el crecimiento descomunal del espectáculo más atrapante de las últimas décadas. De la mano del trofeo que nos demuestra en su figura la hermandad en torno al globo, se consolidaron las primeras ediciones de la Copa del Mundo fuera de Europa y América, y se ha dotado de una naturaleza mundial a la máxima celebración del balompié. Hoy, todas las naciones adscritas a la FIFA luchan por llegar a la fase final cada 4 años, y cada una de ellas guarda la ilusión de inscribir su nombre en la base del trofeo, una placa que sólo ha admitido las denominaciones de 5 representaciones que han obtenido la Copa desde 1974: Alemania, Argentina, Italia y Brasil en dos ocasiones, y Francia en una. Los demás, luchamos por alcanzarla y nos ilusionamos con tenerla en las manos, como Calderón el jueves, pero todavía la vemos como un sueño muy lejano. Por ahora, tenemos que conformarnos con una foto como recuerdo y una sonrisa frente a su reluciente figura en el Campo Marte.

Una última: el espacio disponible para inscribir a los campeones en la base del trofeo se terminará en 2038, ¿estará escrito el nombre de México en esta era o habrá que esperar a la próxima? El tiempo y las decisiones del federativo nos darán la respuesta.

domingo, 14 de febrero de 2010

La Copa de los mexicanos

Por: Andrés Achury Gutiérrez

En el pasado se hablaba de los juegos de Copa Libertadores como una carga para los equipos mexicanos, en otra época de una competición injusta donde al mexicano no se le daba el lugar que le correspondía por derecho. Son afirmaciones distantes en cuanto a forma, pero muy similares en relación al mensaje: en lo que éstas premisas coinciden es en el planteamiento, para el futbol mexicano, de la Copa Libertadores como un reto y una meta a alcanzar.

Mucho se ha hablado del tema a propósito de la incursión de los equipos mexicanos en la edición 51 de la Copa Libertadores de América. Estudiantes defraudó en su eliminatoria frente a un modesto pero bien concebido Juan Aurich peruano y Morelia y Monterrey contaron por derrotas sus primeras presentaciones en el evento continental. Las alarmas se dispararon, pero para un servidor, el inicio de México en la Libertadores es engañoso, nada más allá que el producto de una competición de rigor, en la que se enfrenta a rivales de gran envergadura y se destina a los clubes a maratónicas travesías.

Es una gran mentira cuando se dice que algunos equipos mexicanos no quieren ganar la Libertadores, y mucho más cuando se afirma que representa un peso para el balompié nacional: Cruz Azul, América y Chivas han llegado a las instancias definitivas del certamen y no creo que en alguno de esos planteles haya habido un espíritu derrotista. Lo de las primeras presentaciones del 2010 es sólo un espejismo, y no debe crear alarmas desalentadoras. Estudiantes está eliminado por el bajo nivel que expone su plantilla en el presente, pero más allá de esta desafortunada actuación, se puede afirmar que existen los argumentos futbolísticos y la determinación para salir avante en la fase de grupos.

No se deben dejar de lado los rivales ante los cuales se perdió: el inexpugnable local llamado Sao Paulo y un Banfield que trae viento en la camiseta desde su última temporada de ensueño en Argentina. Tampoco hay que olvidar, de cara al futuro, que los estadios mexicanos representan plazas de gran exigencia para cualquier equipo sudamericano y es aquí donde debe ser implacable el fútbol de Morelia y Monterrey, y posteriormente, de Chivas y San Luis.

La Copa Libertadores está abierta, sigue siendo un reto grande y como tal debe afrontarse ya que se tiene en la carpeta a dos de las mejores escuadras de la actualidad del rentado nacional y espera en octavos una histórica y con experiencia en este tipo de certámenes. Confianza México, la Copa sigue esperando.

jueves, 4 de febrero de 2010

Domingo esperado

Por: Andrés Achury Gutiérrez


La espera se hizo larga para un deporte que hace poco menos de un año coronó a su último campeón. Los fieles del ovoide aguardaron durante 7 largos meses por la aparición de sus figuras. En la filosofía de un equipo depositaron su confianza y ellos, uno tras otro, fueron diciendo adiós a la ilusión de un campeonato. Este fin de semana llega el evento de los millones de espectadores, el que ocasiona un incremento desmesurado en la compra de televisores y el causante del menor índice de matrimonios en un fin de semana en la unión americana.


Considerado por muchos como el más grande espectáculo mediático del planeta, es para todos el gran show de los dos mejores equipos de la temporada. Los potros confirmaron el buen momento del más talentoso pasador de la liga y se condujeron sin contratiempos a la fiesta grande en Miami. Los santos afrentaron una historia llena de descalabros y a base de trabajo en una ofensiva avasalladora dejaron en el camino a los candidatos de siempre, a uno que otro jugador legendario y a promesas inconclusas.


Sus rachas ganadoras lo dicen todo: en Miami, la casa de 10 juegos de campeonato, este domingo se llevará a cabo un duelo de poder a poder entre escuadras inteligentes que lideraron la liga en sus respectivas conferencias y hasta se dieron el lujo de descansar malogrando lo que hubiese sido una temporada perfecta.


Los potros desean su segundo Vince Lombardi como franquicia en Indianápolis y Manning quiere un segundo anillo de supertazón que le ponga fin a las críticas que lo ubican muy por debajo de históricos en postemporada como Montana. Brees quiere hacer realidad un sueño, dar el primer título a una ciudad golpeada recientemente por la tragedia y poner fin a la bolsa de papel en la cabeza de los fanáticos de aquellos aints que con actuaciones como esta quedan cada vez más lejos en la historia.


Brees contra Manning, Nueva Orleans contra Indianápolis, la mejor ofensiva aérea frente a la mejor defensa contra el pase después de 20 yardas…se terminó la espera y la mesa estará servida para que en Miami, el próximo domingo, seamos testigos de otro gran juego de campeonato entre dos escuadras maduras y poderosas.