Aguirre a las patadas

Javier Aguirre perdió la cabeza y con una patada en las postrimerías del juego frente a Panamá exteriorizó el momento que vive la selección mexicana. El Tri ya no sólo tiene problemas en su orden táctico, sino que ahora también los tiene en el orden de las polémicas extrafutbolísticas.
Por: Andrés Achury G.

En México, todos sufren por el Tri: aman a su selección y aman el juego en el que, para ser sinceros, han ido fracaso tras fracaso en los últimos meses. A los de los grandes puestos directivos se les hizo fácil terminar con el trabajo del sueco Sven Goran Ericksson por falta de resultados y el país recobró la fe con el nombramiento en un viejo conocido: Javier Aguirre. Pero el Aguirre que pisó México es muy diferente al que salvó al equipo nacional en la eliminatoria de Corea Japón 2002. Parece demostrar que el problema es grande, que la falta de fútbol en el equipo nacional rebasa sus funciones, parece que la presión le ha hecho perder el norte...parece, parece, parece: todo parece con Javier, todo se hace una duda, de las más grandes, cuando hablamos de él y la selección en el medio local.

El problema es ese, Aguirre no es capaz de exteriorizar otra imagen que no sea la puramente especulativa: el equipo no rinde, sus convocatorias de jugadores son cada vez más cambiantes y cómo verle de nuevo después de la patada que intentó propinar a un jugador de Panamá en la Copa Oro. Aguirre perdió la cabeza y orientó al Tri a un juego que se les salió de las manos y fue más un circo de polémicas que un compromiso de fútbol por una clasificación.

El marcador final terminó empatado a uno, los equipos en el campo dejaron mucho que desear, pero el estratega mexicano ni siquiera en la banca técnica terminó. La gente del fútbol no quiere que a Aguirre le gane la presión del momento, así se esté ahogando en el mar de dudas que representa hoy por hoy el equipo mexicano: Aguirre es obligado a encarar dos frentes, el deportivo, y el de los que pierden algo más por un eventual fracaso del Tri. Hagan ustedes sus conclusiones en el único fútbol del mundo que es manejado por el poder de las compañías.