domingo, 5 de julio de 2009
Y celebró en Liniers
Con un gol polémico, Vélez superó por la mínima diferencia a Huracán y es el nuevo campeón en Argentina. La esperada definición del fútbol argentino fue suspendida parcialmente por caída de granizo sobre el estadio José Amalfitani.
Liniers lucía impactante. A pesar de la contingencia por gripa A, las localidades se vendieron completas y el último partido del fútbol argentino tenía un marco inigualable. La primera jugada de peligro fue un gol anulado a Domínguez de Huracán, primer error arbitral. Corrían 19 minutos de la primera etapa y el juego de definición del fútbol argentino empezaba a entrar en calor. Con empate a cero, Vélez y Huracán jugaban en el estadio José Amalfitani cuando del cielo una impensada granizada detuvo la apasionante final. Brazenas, árbitro del partido, esperó 25 minutos para reanudar el fútbol en Liniers y los protagonistas volvieron a la cancha para definir al campeón argentino.
Con la reanudación, fue Vélez quien tuvo la oportunidad de irse arriba en el marcador cuando Araujo derribó en el área a López. El delantero fue el encargado de cobrar el penal: abajo, a la mano derecha de Monzón que logró atajar para la tranquilidad del Globo. El partido se mantuvo en un clima de tensión: faltas, juego trabado de mediocampo y las más claras oportunidades para Huracán. De Federico no estuvo fino y Vélez, en el segundo tiempo, tuvo que presionar en campo rival. Corría el minuto 30 y el partido se tornó de área a área, Vélez atacaba como podía, con más corazón que fútbol; mientras Huracán aguantaba y salía a la contra. En el final, a ocho minutos de la gloria, Huracán perdió los papeles por un error arbitral que acabó con su sueño de campeonato. Larrivey se lleva por delante a Monzón, provocando que el portero suelte el balón el el área. Brazenas no vio la falta y el rebote fue capitalizado por Maxi Morales: el gol del título para Vélez.
Los últimos minutos se salieron de las manos del juez central. Se escondieron los balones y fue expulsado Ángel Cappa por insultar de arriba a abajo a los hombres de Liniers. Huracán tuvo la última a fuerza de empellones pero el portero Montoya ahogó el grito de gol. Con trece minutos de adición, Sebastián Domínguez fue golpeado por un objeto lanzado desde la tribuna de Huracán, y se desata una terrible discusión: los hombres de Huracán desahogaban su impotencia contra Larrivey en el momento en que Brazenas dio por terminado el juego. La herida de Domínguez refleja el trámite del juego: un campeonato sufrido pero muy controvertido, el fútbol se manchó con errores arbitrales que repercutieron de lleno en el resultado final. Muchos condimentos para una juego insólito y controversial: al final, se gritó "Vélez campeón".
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