Cruzeiro 1 - 2 Estudiantes. El pincha levanta su cuarta Libertadores y arruina la fiesta de los brasileños, que suman seis finales perdidas por Copa frente a rivales de otro país sudamericano. La fiesta en La Plata: Verón es el mejor jugador y Boselli el goleador.
Por: Andrés Achury G.
Tuvimos que esperar por el juego de definición para ver a Estudiantes mostrar su sed por el título más importante de América a nivel de clubes. A Cruzeiro se le esfumó la fiesta en su propio estadio y se le extravió la pelota en el único juego en el que no debía dar un centímetro de ventaja al pincha, que había demostrado hacer buen fútbol fuera de su casa. En Belo Horizonte los Estudiantes al fin se han graduado...el pincha obtuvo su título Libertador.
La adversidad dio fuerza suficiente a Estudiantes, que hizo frente a la presión reinante en el Mineirao y plantó cara a la anticipada celebración brasileña después de la prometedora actuación de Cruzeiro en La Plata. Al pincha sólo le restó salir a la cancha, alimentarse del sentimiento del hincha rival y jugar al fútbol.
El planteamiento no fue extraordinario, pues Estudiantes ya había sorprendido a sus rivales en sus propios reductos y con la misma táctica: férreo trabajo defensivo, toque preciso entre las líneas del rival y explosión ofensiva con la velocidad de sus atacantes. Sucumbió Libertad, padeció Defensor y cayó Nacional, todos víctimas de la misma disposición en cancha. Pero en la final, frente a Cruzeiro, el pincha entendió que debía apelar a la mística y poner algo más de aquello que se necesita para ganar finales: mucha garra.
Pese a estar abajo en el marcador por el remate que desvió Desábato y se coló en el arco de Andújar; Estudiantes aventajó el pobre trabajo defensivo de Cruzeiro y lo empató atacando por las bandas, con la precisión de Verón jugando a la espalda de la defensa y el toque de Fernández, que había corrido todo el primer tiempo. Con el 1-1 a Cruzeiro se le perdió el balón, y sus hinchas notaron que fue apresurado desplegar las mantas que rezaban "que venga el Barza": Boselli ya había clavado el segundo tras un centro preciso de Verón al 28 de la segunda etapa. Desde allí, poco pudo hacer Cruzeiro porque no hay campeón sin suerte: remate al poste y dos pifias en definición sentenciaron el destino de los brasileños.
Al final, los hinchas de Cruzeiro guardaron las banderas y abandonaron el Mineirao sabiendo que los hombres de Estudiantes celebraban en su propio césped. Los pocos, los muchos; los bajitos como Fernández o los gigantes como Verón: todos celebran el triunfo de los de La Plata, que por cuarta vez en la historia son campeones de América, sólo detrás de los 7 títulos de Independiente, los 6 de Boca y los 5 de Peñarol. Festeja pincha, el continente está a tus pies.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario